Templo jemer de Ta Prohm, en Camboya. Los franceses decidieron no restaurarlo, dejarlo intacto para que pudiera apreciarse el estado en que se encontraban cuando los descubrieron. Desde entonces, la densa vegetación de la zona ha ido invadiendo las ruinas.
Yo soy mártir por un cielo
que descansa en otras manos,
un suelo de cabalgata
sin niños ilusionados.
Yo soy mártir por un cielo
que descansa en otras manos,
¿Cómo crees que voy a estar,
recluido en tu extrarradio?
Pero...
No hay mejor abono que la sangre y las cenizas,
no hay mejores cunas que los pasos de los bárbaros.
Ya puse semillas en arenas movedizas,
pero donde ardieron templos solo viven pájaros.
¿Cómo crees que voy a estar,
recluido en tu extrarradio?
Buscando reverdecer
Buscando reverdecer
aunque no haya sol de mayo.
¿Que qué tal?
Creo que en mi pecho un huracán no haría estragos,
pero mi enjambre liba aunque se queme el panal.
¿Que qué tal?
Guardo sal de Cartago en este puño cerrado,
pero que me devore la selva de Camboya.
¿Que qué tal?
Si salgo de esta soy la puta polla.
